lunes, 15 de abril de 2013

Semana del Libro en Miguelturra

En esta ocasión he tenido el placer de compartir, junto al Club de Lectura y la Biblioteca Municipal de Miguelturra, la organización de la Semana del Libro. Hace unos días, en mi caso en riguroso silencio, presentábamos ante los medios su deliciosa programación:

  • Martes 16 y miércoles 17 de abril (16:30-20:30 horas)
Taller para contar cuentos y realizar actividades con niños de infantil y primaria a cargo de la escritora e ilustradora argentina Julia Díaz. (Adultos previa inscripción).

Hablan maravillas de sus talleres, aunque en esta ocasión me quedaré con las ganas de poder participar. Actualmente está cerrada a inscripciones, pero han habilitado una lista de reserva para próximas convocatorias. ¡¡Yo ya estoy en ella!!

  • 23 de abril (martes)
11:30 (Casa de Cultura. Solo para colegios)
Actuación del grupo Bichos de Luz, que desarrollará la actividad "Érase una vez", en cuyo hilo argumental participan un payaso, un hada y una brujita, proponiendo chistes, canciones, juegos y adivinanzas a niños. Además, hay un espacio para que los cuentos tradicionales como "Caperucita Roja" o "Los Tres Cerditos" cobren vida.

20:00 (Casa de Cultura. Entrada libre)
Encuentro con el poeta Eugenio Arce Lérida, presidente del Grupo Literario Guadiana, que nos recitará algunos de sus poemas y hablará del premio obtenido en México con su obra "Siempre será mañana".

¡Tendremos la suerte de poder contar con mi querido Eugenio! Incansable hacedor de versos, amigo, poeta, escritor..., nos hará anochecer alegremente con su palabra. Además tendremos el placer de compartir con él su nuevo libro , un viaje intimista (como siempre) desde su corazón y su realidad.

  • 24 de abril (miércoles)
11:00 (Casa de Cultura. Solo para colegios)
Encuentro infantil con el escritor Hipólito García Fernández "Bolo", músico, actor y poeta. Escribe canciones para diversos grupos pop, punk, ha desarrollado diversas exposiciones plásticas; colaborador en radio, prensa escrita y televisión.

18:30 (Casa de Cultura. Entrada Libre)
Encuentro de adultos con el escritor Hipólito García Fernández "Bolo".

Expectantes y deseosos estamos todos, grandes y pequeños, ante los encuentros que tendremos con Bolo. Con los ojos y los oídos bien abiertos le recibiremos.

Tuve la suerte de conocer hace unos meses la esencia de éste ser mágico, entrañable, original, divertido, versátil y un sin fin más de adjetivos más de los que habría que inventar los vocablos. Color, luz, plasticidad, dulzura, enigma... Bolo.

  • Viernes 26 de abril (Entrada libre)
21:00 (Cafetería "Lo Nuestro", Parque Doctor Fleming)

¿Eres creador? ¿te apasiona el verso o la prosa? ¿te apetece compartir delicias literarias o sencillamente escucharlas?
En la cafetería Lo Nuestro situada en el Parque Doctor Fleming, de Miguelturra, Festival Reivindicación Poesía en Grito
Coge aquel poema que tienes guardado en el cajón, o ese texto maravilloso que siempre te apeteció leer en público y acércate a participar y decirlo.

Solo me queda decir que ¡os esperamos a todos!

viernes, 19 de noviembre de 2010

¡Ya está aquí Parque de Sombras!

Como sabéis, el pasado día 10 de noviembre viajamos hasta Sevilla para recoger el accésit que meses atrás concedieron a la obra "Parque de Sombras". Poco antes del acto, todos los asistentes tuvimos la oportunidad de conocer en profundidad la belleza que ofrecen a la noche las galerías y patios de los Reales Alcázares, por ejemplo, el de las muñecas, donde están grabados los enigmáticos rostros de dos niñas pequeñas. ¡Una delicia!

Después del espectacular paseo, nos dirigimos a la ceremonia de entrega del Premio de Poesía Ángaro 2010, donde también se presentaba el libro ganador de este año , "Algo Tiembla", de Carlos Murciano.

El acto, que comenzó con la intervención del poeta y co-director de la colección Ángaro, Francisco Mena Canterotranscurrió entre poesía y jazz. Posteriormente intervino el Primer Teniente de Alcalde de Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, que además de apostar por la obra del universal Miguel Hernández narró algunas de sus anécdotas con la prensa. Fernando Guzmán Simón, doctor en Filología Hispánica, fue el orador invitado para glosar las obras premiadas este año por Ángaro, algo que llevó a cabo de manera minuciosa sobre ambos libros. En referencia a "Parque de Sombras" he de decir que estoy muy agradecida por sus palabras.

Y después, respetando mucho el micrófono, quise recorrer de manera muy breve algunos de los paseos que se esconden en las páginas del Parque. Así fui saltando de estación en estación, acompañada con el arte de los músicos que nos deleitaron a ritmo de jazz.

miércoles, 31 de mayo de 2006

Mujer, maternidad, trabajo

Mujer, maternidad, trabajo son tres palabras que están integradas en la Ley 30/2005 de 29 de diciembre de Presupuestos Generales del Estado para 2006. ¿Pero a qué se refiere esta ley? Esta ley de presupuestos, de nombre numérico, engloba en uno de sus apartados un nuevo intento de fomentar el acceso de aquellas mujeres que ejercieron su derecho a tener hijos dos años atrás. ¿Por qué se toman estas medidas para fomentar el trabajo?

Sería sencillo contestar a esta pregunta si tomamos en cuenta a la vez que esta ley, los datos que ofrecía por las mismas fechas el Instituto Nacional de Estadística: el promedio de hijos por mujer, que estaba situado alrededor de 1,3 y que si consideramos como funcionan en realidad las medias (un hombre se come dos pollos y otro ninguno, la media nos dice que ambos se comieron un pollo) podemos llegar a la conclusión de que los datos no son muy alentadores ni para la sociedad, ni para el futuro. Es bien sabido, que cuando hay que tomar medidas legales para solucionar algo hay un problema de trasfondo, y este si cabe es bastante severo.

La mujer española hace unas décadas no se planteaba ni si quiera la posibilidad de no tener hijos, puesto que además de estar menos vinculada al mercado laboral no sufría discriminación por el hecho de ser madre. Ahora sí, toda mujer que quiera acceder al mercado laboral se plantea la posibilidad de no tener hijos, ya que cuando intenta proyectar su carrera profesional en determinadas direcciones ve limitado su camino si desea tener hijos o ya los tiene.

Pero comentemos casos reales: El verano pasado llevé a cabo las prácticas de la carrera en una entidad bancaria, y en la solicitud curiosamente preguntaban: estado civil y número de hijos. Lo cierto es que concluyeron las prácticas y aun estoy buscando una explicación para comprender porque se incluían esas cuestiones en el formulario, ya que por ley cualquier persona tiene derecho a preservar su intimidad, la que en situaciones normales no suele afectar a la elaboración de su trabajo: tener hijos, estar soltero, divorciado, viudo…

El segundo caso es el de una mujer de 28 años que quiso tener su primer hijo, trabajaba en una empresa privada con un contrato indefinido, y por supuesto al día siguiente de terminar su baja de maternidad fue despedida sin explicaciones: el empresario se curó en salud esperando a terminar la baja maternal ya que así a ojos de la justicia la mujer no podría demostrar discriminación. Otros casos son los de aquellas mujeres que trabajan en contrato temporal y que no son renovadas después de conocerse su estado de buena esperanza.

Como leemos son muchas las situaciones discriminatorias que desaniman a tener hijos, pero también es cierto que existen costes laborales que debe asumir la empresa por cada mujer trabajadora que obtenga su baja maternal. Desde mi punto de vista creo que sería mejor suplir los costes laborales o ayudar a las empresas en una parte de estos, a tener que realizar actividades de fomento, donde el estado paga globalmente (seguridad social y salario) durante un año completo la incorporación de una madre reciente al mercado laboral. ¿Por qué no lo considero conveniente? Por una razón muy sencilla porque incrementan la picaresca empresarial, ya que en situaciones normales después de este año trabajando en la empresa, la mujer es despedida y vuelven a contratar a otra en la misma situación, al igual que sucede en otros casos que se fomenta el trabajo mediante subvenciones: contratos en prácticas, de aprendiz, por mujer menor de 25 años, parados de larga duración, etc…

De todas formas yo animo a todos y todas a reivindicar nuestro derecho a ser padres y madres, ya que es algo natural que no debe estar vetado ni por leyes ni burocracias, sino por nuestra propia decisión y consciencia.

* Este articulo apareció en la edición impresa de El Día de Ciudad Real el Miércoles, 31 de mayo de 2006

viernes, 19 de mayo de 2006

Carta de dimisión

¿Quién puede decir quién está loco y quién no?

Es la locura tan compleja y extraña, que no sabemos donde está el límite del cuerdo y el loco. ¿Quién puede decir que no tiene nada de loco? Todos, desgraciadamente todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos dejado llevar por la ira, la pasión, el deseo... y otros muchos sentimientos de manera extrema.

Trabajo en este hospital desde hace ya nueve años y nunca había pensado en esto. Pero ayer encontré en el pabellón de mujeres un pequeño libro con los pensamientos de una “loca” y no he podido dejar de recordar sus palabras:

“Dicen que estoy loca, porque en las noches de luna llena vago por todos los rincones de la ciudad. Dicen que estoy loca, porque me gusta meterme en el mar en amaneceres lluviosos. Dicen que estoy loca, porque dejó pasar los días, los meses y los años sin decir una sola palabra. Pero lo que no saben, es que mi mundo es tan pequeño y feliz como yo lo quiero hacer. Tampoco saben que no hablo porque no tengo nada que decir, ni a quien decírselo, porque todo es tan simple que no tengo nada de lo que hablar, ni de lo que discutir.”

“Dicen que mi locura no es un claro ejemplo de ninguna enfermedad mental que hasta hoy se haya podido catalogar. Que quizá sea autismo profundo o esquizofrenia paranoide, o otra de esas enfermedades que tienen su propio nombre y apellidos. Dicen que mi locura tiene todos los síntomas de una recuperabilidad imposible, y que los médicos se han rendido ante esto. Dicen que mi locura es simple pero compleja a la vez, que es blanca y negra como el día y la noche. Pero lo que no saben, que yo no tengo nada, que no tengo ni nombre ni apellidos como mi enfermedad. Tampoco que mi locura simple y compleja es sólo mi vida.”

Hasta entonces no me había parado a pensar que tal vez todas estas personas no están locas, tampoco dudo que no tengan algo de cuerdas, pero tal vez en su mente haya una realidad que realmente es real y los demás no podemos verla. Quizá, si nos paráramos a pensar en ello, nos daríamos cuenta que sus silencios, sus ataques de ira, sus autolexiones... son consecuencia por algo que ocurre en su mundo y nosotros no somos capaces de entender. Lo único que al salirse de la norma y no ser como nosotros “la mayoría”, los llamamos locos.

Y hoy me pregunto si quizá los locos no seamos nosotros, tengo pruebas de ello:

“Me miran a los ojos, me preguntan constantemente por mi nombre y yo no respondo. Me aburren, me cansan, no son muy originales con sus preguntas. Como si ellos no supieran como me llamo, “si viene en el informe” me dan ganas de gritarles.

¿Pero, para qué? ¿Para qué gritarles? Si cada vez que lo hago me ponen dosis más grandes de valium y me meten en esa habitación acolchada... tan blanca y pura... tan maloliente a vómitos y a heces.

Todo es tan absurdo...

Y día tras días, me miran a los ojos y me dicen: “Mira, la mirada fija de esta loca”.

Al menos la mía no es fría, insensible y mecánica.”

Los miramos con una sonrisa en la cara, de burla... de miedo. Pero he encontrado en muchos de ellos, miradas tiernas y sinceras, como no he visto en ningún “cuerdo”. Son miradas que aún expresen odio, resentimiento o temor, lo hacen de manera sincera. Y nos sentimos superiores cuando se revelan; y los atamos y encerramos o cuando los tranquilizamos a base de valium...

Pero adentrándome en el mundo de ella, en su mundo de dibujos, símbolos y palabras que eran tan claras y sin confusiones me di cuenta que algunos eligen esa vida para ser felices, por que en el mundo real, en nuestro mundo no lo son... como algunos de nosotros que nos resignamos con nuestra vida triste y no hacemos nada por arreglarla. Al menos ellos intentan solucionarla, aunque sea a través de la locura.

Sé que lo que hice no estuvo bien: leer su diario. Pero a pesar de que me tache yo mismo de cotilla o curioso, puedo decir que son las palabras más duras y reales que he oído en lo que llevo de vida:

“Me dicen mis compañeras que Dios nos maldice, que somos el castigo de la sociedad. Que estamos aquí por que somos tan horribles que no podemos estar fuera, que este es nuestro sitio, nuestro mundo. Y yo les digo que ese Dios, no tiene que ser un buen tipo. Porque el Dios tan bueno y puro de todos, sólo me deja ver la luna a través del espejito, que le robé a una enfermera hace unos meses. Pero no me quejo yo al menos con eso me conformo.

Recuerdo la última vez que sentí el aire fresco en la cara. Una ilusión difusa y corta de libertad.

La primera vez fue al principio de ingresar aquí. Me trasladaban de habitación, me llevaban solo vestida con la camisa de fuerza... descalza, y uno de los enfermeros me pisó en un pie. Lancé tal alarido, me enrosque y me encogí tanto, pataleé y lloré tanto... que se pensaban que había tenido un ataque de histeria. Y sin mediar palabra, sin dejarme explicar lo que había pasado, me pusieron “la dosis de valium necesaria para tranquilizar a esta loca”.

Pero le sentí, sentí el aire frío en mi piel: la única caricia que desde hacía mucho tiempo me habían ofrecido. Me trasladaron de pabellón, para ingresarme en la habitación acolchada y pude sentir al único amigo que me esperaba en la calle... el aire. Desde entonces siempre que quiero sentirlo, me hago la histérica. Y me dejan al menos unos instantes con él mientras dura el traslado al otro pabellón.”

Por eso señora directora del centro, por todo esto... que aunque no los tratemos mal, ni tampoco nos paremos a observarlos y escucharlos detenidamente. Pido mi dimisión y le pido una solicitud de internamiento.

Le agradecería que fueran rápidos los trámites, porque quiero ser feliz.

* Este cuento recibió el Premio de Narrativa Joven del Ayuntamiento de Tomelloso en julio de 2004